Día 1 (29 de Diciembre 2009), Madrid:
Llegamos al aeropuerto a las 13hs (hora local) bastante asustados teniendo en cuenta que venía lo más difícil, la última barrera antes de Europa, pasar migraciones. Claramente el problema se transformó en un trámite, ya que casi ni nos pidieron papeles.
Los equipajes pasaban en masa, pero nuestras valijas brillaban en su ausencia. Estanis y yo creíamos, y de hecho estábamos totalmente convencidos de que esta larga espera era provocada por la mala onda y mufa de Paty. El equipaje se hizo presente de la mano de nuestras sonrisas dejando atrás todo tipo de preocupaciones.
“Siga el cartel que dice metro” acotó una linda señorita sentada en un puesto de información turística. Iniciamos una larga caminata dentro del aeropuerto que duró, como dijo la mina, 10 minutos (tienen todo calculado los HDP). Nos subimos al subte más rápido, tecnológico, fachero y raro que vimos en nuestras vidas. Después de hacer 3 combinaciones arribamos a nuestra estación, “Tirso de Molina”.
El día no ayudaba, llovía y ninguno era portador de capucha ni paraguas.
Poco nos importaban estos factores negativos, seguimos el camino y nos paramos frente a una puerta cuyo cartel citaba “Las Musas”. Esperábamos un ambiente puramente extranjero, pero nos encontramos con un edificio manejado por Argentos. Luego de una corta conversación pusimos la mosca y subimos al 1er piso.
Un extraño mecanismo con tarjetas abrían las puertas. “1-7” decía nuestra habitación, Paty abre la puerta donde nos sorprendió un alemán enfermo al cual apodamos “el general” (por su parecido a Adolf). “Hi my name is Turk” salió de la boca del blanquito gringo, poco nos importó que nos hablara, de hecho no le entendimos un carajo, pero su cara inocente nos daba mucha confianza, no nos iba a robar.
Surgieron muchos personajes durante la tarde, entre ellos, “el tano” (Giusepe), un canadiense llamado Pier, unas argentinas muy ortivas y un pibe argentino con cara de puto, pero simpático.
Salimos los 3 a reconocer con lluvia y todo, conocimos la “Plaza Mayor” donde había unos sonidos odiables. Las calles de Madrid son preciosas, la gente es muy educada, es evidente que pasamos del 3er mundo al 1ero.
Los fideos fueron protagonistas por la noche, Estanis se puso el gorro de chef y nos sirvió unos spagueti muy salados y crudos. Fede agarró las riendas de la situación haciendo lo mismo para la segunda tanda. ¿Las cervezas? 0,37 euros.
Luego de hacer sociales acompañados de unas birras salimos con la versión turca de Gustavo Cerati. Durante la noche conocimos 3 bares (antros) descubrimos la “sangría” (trago muy particular). Ah, me olvidaba, la joda costó solo 10 euros. La noche fue exclusivamente argentina, eramos una plaga, en cada bar aparecían, queda claro por que nos odian, somos hormigas. Volvimos perdidos caminando a las 3 A.M. Despertamos al “general”, creo que nos odia, me fui a dormir. Chau
Redacción por: Fede
Participantes: Federico Colombo (Fede), Estanislao Otero (Estanis), Federico P. Patiño (Paty)
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